Cuando se habla de la pérdida de peso se puede caer en la tentación de pensar únicamente en una cifra marcada por una báscula. Sin embargo, perder peso de manera saludable va más allá, se trata de reducir grasa al tiempo que se mantiene o incluso se gana masa muscular. Esto es clave para alcanzar una mejora en salud, bienestar y calidad de vida.
Existen distintos tipos de músculos: cardíaco, liso y esquelético. Este último es controlado de manera voluntaria y es el que permite el movimiento, cargar y levantar objetos, por lo que es esencial para mantener autonomía. Los músculos lisos y cardíacos cumplen funciones vitales tan importantes como la digestión o el latido del corazón. Por ello, la sarcopenia, una pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, que suele aparecer con el envejecimiento, pero también como consecuencia de una alimentación inadecuada o una pérdida de peso mal gestionada, puede impactar de manera muy importante en el bienestar y calidad de vida de una persona.
Para poder perder peso de manera saludable y mantener una buena musculatura se deberán seguir una serie de pautas que incluyan:
- Una alimentación adecuada: con suficientes proteínas (como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y lácteos), además de vitamina D, calcio y otros nutrientes esenciales, ayuda a mantener y reparar el tejido muscular.
- La práctica de ejercicio físico regular: especialmente ejercicio de fuerza indispensable para estimular el músculo y evitar su degradación y ejercicio aeróbico para promover la pérdida calórica, la quema de grasa y la salud cardiovascular.